Actualmente, utilizamos materias primas para películas de embalaje flexible que, en su mayoría, no son degradables. Si bien muchos países y empresas están comprometidos con el desarrollo de materiales degradables, la producción a gran escala de estos materiales para embalaje flexible aún no se ha generalizado. Con la creciente atención que el país presta a la protección del medio ambiente, muchas provincias y ciudades han establecido límites al uso de plástico e incluso, en algunas zonas, leyes que lo prohíben. Por lo tanto, para las empresas de embalaje flexible, comprender correctamente los materiales degradables es fundamental para su buen uso y para lograr un embalaje ecológico y sostenible.
La degradación del plástico se refiere a las condiciones ambientales (temperatura, humedad, oxígeno, etc.), su estructura sufre cambios significativos y se produce una pérdida de rendimiento.
El proceso de degradación se ve afectado por numerosos factores ambientales. Según su mecanismo de degradación, los plásticos degradables se clasifican en fotodegradables, biodegradables, fotobiodegradables y químicamente degradables. Los plásticos biodegradables se dividen a su vez en totalmente biodegradables e incompletamente biodegradables.
1. Plásticos fotodegradables
El plástico fotodegradable se refiere a aquel material plástico que se descompone bajo la acción de la luz solar, perdiendo resistencia mecánica tras un tiempo. Al exponerse a la luz, el material se convierte en polvo, que puede ser descompuesto aún más por microorganismos, reintegrándose así al ciclo ecológico natural. En otras palabras, tras la destrucción de la cadena molecular del plástico fotodegradable mediante un proceso fotoquímico, este pierde resistencia y fragilidad, convirtiéndose en polvo por corrosión natural. Al incorporarse al suelo, los microorganismos lo reintegran al ciclo biológico.
2. Plásticos biodegradables
La biodegradación se define generalmente como el proceso de transformación química de compuestos mediante la acción de enzimas biológicas o la degradación química producida por microorganismos. En este proceso, también pueden ocurrir la fotodegradación, la hidrólisis, la degradación oxidativa y otras reacciones.
El mecanismo de biodegradación del plástico consiste en que las bacterias hidrolizan el material polimérico en dióxido de carbono, metano, agua, sales inorgánicas mineralizadas y nuevos plásticos. En otras palabras, los plásticos biodegradables son aquellos que se degradan por la acción de microorganismos presentes en la naturaleza, como bacterias, mohos (hongos) y algas.
El plástico biodegradable ideal es un tipo de polímero con excelentes propiedades, capaz de descomponerse completamente por la acción de microorganismos ambientales e integrarse al ciclo del carbono en la naturaleza. Es decir, su descomposición en moléculas de diferente nivel permite que bacterias naturales, entre otros, las descompongan aún más o las absorban.
El principio de biodegradación se divide en dos clases: primero, la degradación biofísica, donde el ataque microbiano, tras la erosión de los materiales poliméricos, provoca la hidrólisis, ionización o protonación de los componentes del polímero, fragmentándolo en oligómeros. La estructura molecular del polímero permanece inalterada, y su función biofísica se ve afectada por el proceso de degradación. El segundo tipo es la degradación bioquímica, donde, debido a la acción directa de microorganismos o enzimas, el polímero se descompone o se degrada oxidativamente en moléculas pequeñas, hasta su descomposición final en dióxido de carbono y agua. Este modo de degradación pertenece a la categoría de degradación bioquímica.
2. Degradación biodestructiva del plástico
Los plásticos biodegradables, también conocidos como plásticos colapsables, son un sistema compuesto de polímeros biodegradables y plásticos comunes, como el almidón y la poliolefina, que se combinan de una forma determinada y no se degradan completamente en el medio ambiente natural, pudiendo causar contaminación secundaria.
3. Plásticos completamente biodegradables
Según sus fuentes, existen tres tipos de plásticos totalmente biodegradables: polímeros y sus derivados, polímeros sintéticos microbianos y polímeros sintéticos químicos. En la actualidad, el plástico de almidón es el compuesto de embalaje flexible más utilizado.
4. Plásticos biodegradables naturales
Los plásticos biodegradables naturales se refieren a los plásticos de polímeros naturales, materiales biodegradables elaborados a partir de polímeros naturales como el almidón, la celulosa, la quitina y las proteínas. Este tipo de material proviene de diversas fuentes, puede ser completamente biodegradable y el producto es seguro y no tóxico.
En función de la degradación de diferentes maneras, así como en diferentes partes de la solicitud, ahora necesitamos que la identidad del cliente de los materiales biodegradables sea completamente degradada, degradada y depositada en vertedero o composta, requiriendo la degradación del material plástico existente para materiales como dióxido de carbono, agua y sales inorgánicas mineralizadas, que puedan ser fácilmente absorbidos por la naturaleza o reciclados nuevamente por la naturaleza.
Fecha de publicación: 14 de julio de 2022


